TRUSSARDI ALLA SCALA
La Scala
La Cafetería Trussardi
La sala
Andrea Berton es un cocinero habitual de los congresos de gastronomía italianos (Identità Golose y AlpeadriàCooking) pero es bastante desconocido en España. Lleva un poco más de dos años instalado en el Palazzo Trussardi,
encima de la tienda de ropa epónima, y situado a unos escasos metros de la ópera milanesa.
Es un sitio elegante, un espacio totalmente renovado en el primer piso del edificio que, a pesar de tener los techos relativamente bajos (parece un entresuelo) da una impresión de amplitud poco común. Los sillones son confortables pero parecen más propias de un bar chill out o de lounge que de los de un restaurante.
El restaurante de Berton acaba de verse premiado por 2 estrellas en la guía roja italiana en medio de esta lluvia de estrellas (8 restaurantes de 2 estrellas y 32 de 1) que ha caracterizado su edición 2009.
Y la cocina se las merece sin duda. Sin alcanzar ningún nivel extraordinario ni sorprender en ningún momento (no es su pretensión) cumple perfectamente las expectativas. Es una cocina moderna, actual, ligera, muy sabrosa, que lleva el marchamo de la cocina italiana (Berton es ¿cómo no? otro discípulo del maestro Marchesi) y la elegancia neoclásica del "savoir´faire" de un Ducasse( otro de sus maestros).
Excelente la ensalada líquida con pescados marinados.
Buenísimos los espaguetis con "frutti di mare", "al dente ma non troppo". 
Ligerísimos los raviolis de calabaza (un clásico de la cocina lombarda).
El hígado de ternera lechal se sirve rosado, impecable sobre un pastel de cebolla y con un jugo muy fluido pero potente. Otro excelente plato.
Los postres no llegan a la altura de los platos salados.
Caquí, ron y anis ( una combinación aromática complicada), el granizado con pedruscos de hielo,
un milhojas de té con mascarpone, correcto pero escaso y
un tiramisú deconstruído, reconsruído, en una palabra destruido, cuando este pastel simplemente bien hecho, a la manera tradicional, es uno de los mejores postres que exista.
Aun con estos pequeños problemas, el sitio es altamente recomendable.
encima de la tienda de ropa epónima, y situado a unos escasos metros de la ópera milanesa. Es un sitio elegante, un espacio totalmente renovado en el primer piso del edificio que, a pesar de tener los techos relativamente bajos (parece un entresuelo) da una impresión de amplitud poco común. Los sillones son confortables pero parecen más propias de un bar chill out o de lounge que de los de un restaurante.El restaurante de Berton acaba de verse premiado por 2 estrellas en la guía roja italiana en medio de esta lluvia de estrellas (8 restaurantes de 2 estrellas y 32 de 1) que ha caracterizado su edición 2009.
Y la cocina se las merece sin duda. Sin alcanzar ningún nivel extraordinario ni sorprender en ningún momento (no es su pretensión) cumple perfectamente las expectativas. Es una cocina moderna, actual, ligera, muy sabrosa, que lleva el marchamo de la cocina italiana (Berton es ¿cómo no? otro discípulo del maestro Marchesi) y la elegancia neoclásica del "savoir´faire" de un Ducasse( otro de sus maestros).
Excelente la ensalada líquida con pescados marinados.
Buenísimos los espaguetis con "frutti di mare", "al dente ma non troppo". Ligerísimos los raviolis de calabaza (un clásico de la cocina lombarda). El hígado de ternera lechal se sirve rosado, impecable sobre un pastel de cebolla y con un jugo muy fluido pero potente. Otro excelente plato.Los postres no llegan a la altura de los platos salados.
Caquí, ron y anis ( una combinación aromática complicada), el granizado con pedruscos de hielo,un milhojas de té con mascarpone, correcto pero escaso y un tiramisú deconstruído, reconsruído, en una palabra destruido, cuando este pastel simplemente bien hecho, a la manera tradicional, es uno de los mejores postres que exista.Aun con estos pequeños problemas, el sitio es altamente recomendable.
Precio con entrante, segundo plato, postre y vino : unos 120€.
entrada de Philippe Regol a las
1/01/2009 01:23:00 a. m.
4 comentarios:
Únicamente una puntualización: los ravioli de calabaza, si no me equivoco, son tradicionales de la zona de Ferrara, en la Emilia-Romagna. O al menos allí los conocí como producto local.
Saludos.
1/01/2009 9:31 p. m.
Es un plato que se puede encontrar también en Bérgamo pero es originario exactamente de Mantua ( que pertenece a la Lombardía). Es un clásico de la carta de Dal Pescatore, el 3 estrellas de Canneto sugl'Oglio. Ver post en Abril 2008.
Saludo cordial.
1/01/2009 11:20 p. m.
Gracias por la puntualización. Siempre se aprende algo nuevo.
Y felicidades por ese soberbio tour gastronómico milanés. Espero visitar la ciudad en primavera y estas notas me serán de enorme ayuda.
1/06/2009 10:01 p. m.
Gracias Gourmet. Italia es un gran país gastronomico y tenemos mucho que aprender de ellos.
1/06/2009 10:10 p. m.
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