OBSERVACIÓN O CRÍTICA
Pequeñas reflexiones sobre el comentario gastronómico Laurent Grimot de la Reynière, el padre del comentario gastronómico moderno con su Almanach des Gourmands (1802). ---------------------------------------------------------------------- A pesar de las dudas que uno pueda tener sobre la utilidad de su trabajo, sigo publicando mis comentarios gastronómicos en este blog desde hace más de 5 años. Hablo de dudas ya que he llegado a la conclusión de que la “crítica” en este campo es algo casi imposible. Por consiguiente hago todo por evitar esta palabra negativamente connotada, a sabiendas que en muchos casos no existe otra palabra para definir lo que hago aquí. Busco seudo sinónimos o eufemismos como “comentarios, crónicas, observaciones”. Esta última palabra es la que me convenció en el momento de poner nombre a este blog emulando el título de una revista francesa que solía leer en mis años de estudiante : Le Nouvel Observateur. A pesar de que esta palabra es aparentemente neutral, esta revista tenía ( y tiene, ya que aun existe) una visión comprometida de la sociedad y no se conformaba con simplemente informar. Salvando todas las distancias, sería un poco lo que hago en esta bitácora. Informar sobre la realidad gastronómica pero de una manera conscientemente “sesgada”, en todo caso personal. De vez en cuando me llegan algunas reflexiones, pocas veces formuladas explícitamente en forma de comentarios a los posts, sobre una cierta benevolencia por mi parte. Es cierto que no voy hasta el final de las críticas. Las veces que he podido hacer o, me he arrepentido hasta el punto de retirar algún post que me parecía ofensivo. Sin embargo lo que me interesa de mis “observaciones”, más de las negativas que de las positivas, serían las lecciones que se podrían sacar de algunos errores de los cocineros. Algunos con los cuales tengo una estrecha relación de confianza me suelen escuchar hasta llegar incluso hasta la rectificación. Cosa que me honra. No quiero que se interprete como una petulancia por mi parte. Lo que sucede es que el cocinero agradece a veces un juicio sobre su cocina a partir de una mirada externa. A pesar de haber reflexionado sobre sus platos antes de ponerlos en la carta y de haber debatido seguramente con su equipo, escuchar la opinión de algunos clientes (mientras tengan algo de criterio) siempre puede ser de alguna utilidad. -------- En los inicios de este blog, se me llegó a criticar por haber sido cocinero y atreverme a valorar “colegas de profesión”. No quiero afirmar que un ex cocinero tiene más autoridad para hablar de cocina, ya que los conocimientos culinarios se pueden adquirir fuera de la experiencia práctica de este oficio.¿¡ Cuántos (buenos) críticos de cine, por ejemplo, no han hecho ninguna película en su vida?! Pero tampoco puedo aceptar que una larga experiencia ante los fogones, como ha sido la mía, pueda ser un obstáculo para emitir juicios al respeto. Por estos motivos, siempre sabré valorar el esfuerzo que supone dar de comer a un comedor lleno pero también, y es la otra cara de la moneda, sabré detectar a los que no ponen en su trabajo el cariño que se les requiere. De hecho, lo que más me sirve a la hora de opinar sobre la cocina no es tal vez mi profesión pasada, sino los más de 20 años que he dedicado a pasearme por los restaurantes de Europa, mi asistencia a casi todos los congresos que se producían (pagados, claro está, de mi bolsillo) y las largas sobremesas con amigos cocineros. Sobremesas donde casi siempre, lo reconozco, se habla de cocina. Si cuando sale el cocinero a saludar o a sentarse en la mesa, los comensales empiezan a hacer preguntas sobre la facturación del restaurante del mes pasado o comentarios sobre futbol, mala señal… ------ --- Volvamos a la primera frase de este post. ¿Es posible ejercer la crítica gastronómica, al menos como se suele entender, incluyendo comentarios negativos y prescindiendo de la sentencia de la fatídica nota? ¿Un “arte” (en el sentido amplio de la palabra) tan efímero y sometido a tantos parámetros fluctuantes como la regularidad en la calidad del producto, los problemas de plantilla o el estado anímico del cocinero, puede ser objeto, por parte del crítico, de una valoración que va a misa y que reflejará exactamente lo que se va a encontrar el lector y futuro cliente unos días después cuando visite el restaurante? Realmente lo dudo. No existe ciencia más inexacta que la gastronómica. ------- Los inspectores de la guía Carnet de Route (Omnivore) empiezan su crónica por una fecha, debajo del nombre del restaurante.”Samedi 21 février 2009. Comida”. Detrás de esta información en apariencia anodina, podríamos ver como el reconocimiento de lo efímero: “Tal día a tal hora comí estos platos en ese restaurante y tenían estas características”. En esa guía no se ponen notas, cosa que siempre he celebrado. Una nota sería por consiguiente la valoración que hace un crítico de una comida (o, a lo sumo, de dos) al año y no de lo que “vale” realmente un cocinero. Esto sería el primer paso. El segundo sería reconocer la enorme subjetividad de los comentarios que dependen también de la persona que enjuicia, de su capacidad para hacerlo.¿En cuántos restaurantes ha comido en su vida la persona que enjuicia? Recuerdo siempre esta frase de Gilles Pudlowski que dice que “ para poder hablar de un solo restaurante hace falta haber comido ya en mil” ¿ Qué criterio se le reconoce y hasta qué estado de ánimo tenía ese día. Después de varios días degustando cocina “creativa”, uno desea comer una buena chuleta. Si el crítico hace dos comidas al día, su exigencia ante los platos de la cena será mucho más elevada que si llega “fresco” y con buen apetito. Los gins tonics de la sobremesa de la comida pueden a veces perturbar la valoración de la cena….Como lo pueden hacer una hora de espera antes de pegar el primer bocado, la temperatura de la sala, una pequeña discusión con el maitre (como me ocurrió hace unos días) o la dureza de las sillas. ¡Qué frágil es el enjuiciamiento gastronómico! Conociendo el peligro de la subjetividad, el crítico lógicamente busca argumentos cuanto más objetivos mejor a la hora de criticar tal o tal aspecto del plato, para que el lector pueda distinguir entre defectos patentes y lo que es sujeto a circunstancias coyunturales o de lo que podríamos llamar “simples manías” por parte del crítico. Criticar la cocción exagerada de un pescado no es lo mismo que valorar un postre lleno de petazetas (ingrediente que personalmente no soporto). Aunque puedan existir clientes que disfruten tanto con una cosa como con la otra…. ----- Muchas veces las fotos que acompañan ciertos comentarios (en los blogs, ya que en la crítica periodística resulta imposible) no son simplemente elementos ilustrativos sino “pruebas del delito” de valiosa información para el lector. Insuficientes, claro está, a la hora de transmitir al lector el sabor del plato pero muy útiles por ejemplo para visualizar descompensaciones de ingredientes en las construcciones. Superados, o al menos sorteados, todos estos escollos quedaría por hablar de la dificultad que conlleva criticar (negativamente) a un cocinero que te recibe en su casa. (Que presente la cuenta o no al crítico no debería influir sobre la valoración que se tenga que hacer de la comida, aunque inconscientemente es innegable que pueda tener su efecto). El crítico de cine o de teatro no tiene la misma relación con los directores o actores de las obras de teatro. Recibe su invitación a los estrenos, opina en total libertad y pocas veces tendrá que coincidir o enfrentarse a ellos posteriormente. En el caso de la relación crítico gastronómico/ cocinero la relación es mucho más estrecha y comprometida. El cocinero recibe en su propia casa y tiene reservado el derecho de admisión. Los contactos y encuentros entre cocineros y críticos, periodistas gastronómicos y bloggers son permanentes y envueltos en la endogamia del mundillo gastronómico. Una crítica claramente negativa condena por consiguiente al crítico a un ostracismo certero, al menos a un conflicto de carácter personal al cual escapan los críticos de arte, de música, de teatro o de cine. Cuando no se respetan estas normas, siempre tácitas, pueden aparecer conflictos bastante sonados. Algunos han salido a la luz públicamente, otros se quedan en los comentarios de sobremesa del “mundillo”. Justamente por culpa de esta “reserva” casi obligada por parte de la crítica, este “respeto forzoso” hacia los cocineros, siempre muy susceptibles cuando se les cuestiona su “arte”, los comentarios acerbos contra ellos se harán siempre en pequeños coros de confianza (con algunas fugas posibles) o en los comentarios anónimos de los blogs y foros. Es la “critica sumergida”,(para hacer un símil con la economía). Esta válvula de escape, tal vez necesaria aunque muchas veces irrespetuosa o indocumentada, es la respuesta “salvaje” a una cierta crítica gastronómica comedida (en la que me incluyo) que transita a veces entre los ligeros toques de atención (suaves pero muchas veces desagradables para los cocineros arrogantes) y los publireportajes en cubierta, pasando por las simples crónicas informativas de las novedades gastronómicas del momento. ----- Evidentemente este blog (OG) no escapa a todas estas reflexiones o contradicciones y estoy dispuesto a someterme a todas las críticas y autocríticas posibles. Para no alargarme, sólo me gustaría decir que la utilidad de un blog como este estriba, a parte de su carácter informativo (hacer descubrir el rest. AXOL, por ejemplo) o crítico , siempre desde el respeto,(Le 5e Péché), estriba, digo, en su carácter pedagógico para los cocineros que lo lean. En todo caso, es lo que pretendo, pero tal vez no me corresponde a mí decirlo.
26 comentarios:
el problema tambien es que hay muchos colegas que no aceptan los pros y las contras de esas observaciones, por eso se producen muchas veces violentos comentarios salvajes.(¿impotencia del cocinero o bloguero poco humilde?)
este es el blog gastronomico que mas sigo porque me parece muy objetivo y podria ser un punto de vista muy importante para un cocinero ya que alguien esta opinando de lo que ve fuera de su cocina y no importa que sea un famoso o importante critico, lo que debe valorar son los consejos que te pueda dar esa persona que tiene la oportunidad de ver "mas mundo" ya que visita muchos sitios y anque son odiosas las comparaciones,con unos cuantos resturantes visitados a la semana tienen la capacidad de emitir su propio juicio.(quiza los inpectores de la guia roja emiten juicios diferentes, ya que se rigen por sus propias normas muy diferentes a muchas de sus observaciones)
como ya dije este es el blog que mas leo,y es de lo mas util a la hora de elegir algun retaurante para ir a comer,ya que muchas "observaciones y fotos" me condicionan a sentir la curiosidad de visitar o no el sitio, no imagino el poder que puede llegar e ejercer esto en personas mas influyentes que yo... sin embargo aveces leo otros en los que por ejemplo "el juez de dicho blog"emite un veredicto final...quiza una reflexion seria la palabra...a su parecer y se juega mas que solo palabras, por ejemplo dando una puntuacion de esa experiencia puntual y evitando todo tipo de amiguismos a la hora escribir.lo que pasa con el amiguismo: es lo que mas echan en cara los lectores: (-si esos son amigos!...¿no ves que no le cobran?a mi entender muy mal enjuiciado,a mi ni me va ni me viene que le cobren o no al critico.lo que me queda es si despues de leer su articulo me condiciona o no a visitar el lugar en cuestion...
por cierto, recomiendo para el que no la vio la pelicula bitter feast, donde dan un ejemplo del daño que le causo una critica a un famoso chef... http://www.peliculasyonkis.com/pelicula/bitter-feast-2010/#online
4/11/2011 3:55 p. m.
Gracias por tus comentarios!. Apunto el link y ya te diré lo que me parece la peli. Un saludo.
4/11/2011 4:04 p. m.
A nadie le gusta que le critiquen, pero creo que es una necesidad y hasta diría que una obligación, tener siempre a alguien que te diga lo que no ve bien o lo que se puede mejorar. La humanidad sin la crítica, la reflexión, la crónica, el comentario, la observación o como se quiere denominar no avanzaría. Y mas que benevolencia, creo que “todos”, hemos pecado de auto censura, bien eliminando un post, reduciendo la crítica o bien no publicando. Si la crítica se realiza desde la corrección, el respeto y está argumentada, no tendría que censurarse, al contrario tendríamos que alegrarnos de ser sinceros y honestos. Un amigo, medio en broma, medio en serio se propuso hacer un blog cuyo contenido fueran desastres gastronómicos de toda índole, desde una crítica de un restaurante pésimo, a una receta horrible, o un producto malo de verdad. Al final, desde la atalaya del bloguero amateur, divisó problemas, críticas feroces, emails anónimos y amenazantes y un futuro lleno de acidez, resquemor y otros sabores mas agrios que dulces, en definitiva desistió, era una misión kamikaze. Muchas veces “algunos profesionales de la restauración” me han comentado que la crítica de un bloguero amateur puede destrozar un negocio y el esfuerzo de unos profesionales, a lo cual hay que pensar, si la crítica es real, honesta y se ajusta a la realidad, entonces no hablamos ni de profesionales ni de un negocio que merezca subsistir. Personalmente, he optado por no hacer críticas, publicar lo que me parece bien y obviar lo malo, es una postura muy cómoda, pero resultona. Philippe!, para mi humilde opinión, me parece muy bien tus críticas, estén bien o mal, principalmente porque tienes criterio y eres objetivo y encima, cuando hay que rectificar, sabes rectificar. ¡Philippe, eres sabio!
4/11/2011 7:42 p. m.
Bonito comentario. Respeto ante todo, pero también "crítica" ya que si todos nuestros comentarios estuvieran al mismo nivel de "masajismo" para todos, sería poner al mismo nivel los que se lo curran y los que no lo hacen tan bien.
El año pasado me arriesgué en hablar de un resturante donde se cobra 38 € para una ración de fricandó. Pasar por alto este dato, sería una ofensa para los que dan un menu degustación entero por el mismo precio. A veces hay que mojarse aunque pague después las consecuencias de mi comentario...
4/11/2011 8:18 p. m.
Buenas noches Philippe...
Primero y antes de nada agradecer a blogger las 4 veces que no me ha querido publicar este comentario....pero como dijo algun cantante "me sobran los motivos"
En ressumen, creo que tus opiniones ahora mismo son las mas validas de la red, actuas con criterio y saber estar y sobre todo lo que me parece mas importante es que te apoyas en unas base solidas y estables como las de haber sido cocinero, aunque el que es cocinero nunca deja de serlo, para mi y no lo sabia eres cocinero.
Tu blog particularmente me sirve tanto a nivel profesional como particular, en mi ultima visita a BCN, muchos de tus posts confeccionaron mis comidas y mis cenas...Bohemic, Cañete....
La mala critica puede hacer mucho daño, pero tu critica ayuda, creeme que ayuda y mucho.
Yo soy cocinero y te sigo desde hace un par de años, la verdad es que tus recomendaciones son igual de buenas tanto para ir a sitios como para los propios cocineros para rectificar errores.
Cierto es, que no hace falta ser cocinero para tener bases culinarias, mi mejor ejemplo mi compadre Monaguillo, famoso blogger, es informático de profesión y cocinero por afición, para su casa y sus colegas, y tiene unas base totalmente situadas y bien situadas en este mundo.
En definitiva Philippe, por mi parte puedes seguir asi otros 5 años, que estare encantado de leerte.
4/11/2011 9:50 p. m.
Es una pena que dejes el blog, pero bueno se veía que esto estaba tocando fondo. Muchas gracias por estos cinco años de posts.
Un abrazo.
4/11/2011 9:50 p. m.
Ja ja. Gracias por los "animos" pero el blog sigue...
4/11/2011 10:07 p. m.
Gracias por el post Philippe, se agradecen este tipo de reflexiones personales en voz alta. Acertadamente o no, creo que siempre has demostrado normalidad y sinceridad en tus opiniones. Tu forma de escribir y tu "didáctica" explicando platos, conceptos y demás es de agradecer. Desde que descubrí el post hace un año, lo visito todos los días.
Un saludo desde Sâo Paulo.
Javier
4/12/2011 12:12 a. m.
Hola Javier . ¿Trabajas como cocinero en Brasil?
4/12/2011 12:19 a. m.
El metapost no siempre es interesante, puesto que en muchas ocasiones los blogueros acabamos acaricándonos el ombligo con la excusa...
Sin embargo, en tu entrada he percibido realidad en tus reflexiones. Me ha interesado.
Coincido con Tiriti, una vez más. Y aunque se cuentan con los dedos de una mano los blogs de crítica gastronómica de restaurantes que visito, me parece obvio que su existéncia es necesaria y sana. Luego está la credibilidad de cada uno y el carisma. Si tu eres uno de los tres que visito, pues no hace falta que explicite mi opinión.
La crítica es interesante, la observación inteligente es imprescindible.
Un saludo.
4/12/2011 1:25 p. m.
Gracias Òscar por seguir mi blog con tanta asiduidad. Admiro, de verdad, que haya tanta gente que sea capaz de entrar cada día en los blogs. Se preveía que el fenómeno se iba a deshinchar pero en mi caso al menos, no ha sido así. Saludos!
4/12/2011 2:57 p. m.
Yo he trabajado como pastelera un ano en un restaurante en el extranjero, el dia que deje mi trabajo, otro chico cogio todas mis recetas y llamo a un amigo blogger. El chico con su nikon ultimo modelo, fotografio mis platos y lo publico bajo su nombre.
Indignada, ya que no pido fama ni reconocimiento, pero esto me parecia un poco mas alla, escribi al blogger en cuestion, por su mail privado, exponiendo la situacion. El personaje me desautorizo completamente y me acuso de plagio, evidentemente no rectifico su post. Dijo que era imposible que alguien como yo hubiese dado con esa combinacion, porque se basaba en teorias de food pairing que yo no conocia...
Por esta razon, no creo en los blogs de amateurs... caso diferente del de un ex-cocinero que escribe y se documenta; ademas de aportar datos para mejorar la calidad del servicio.
Lamento la extension, era una "ilustracion" sobre el tema; concluyo que en gastronomia parace haber un "mundo virtual" que a veces no se relaciona con la experiencia gastronomica completa.
4/12/2011 3:15 p. m.
Los blogs son armas de doble filo.Se puede utilizar este formato para lo mejor o para lo peor( das un ejemplo de ello). Úna de las garantías que al menos el autor del blog de la cara con nombre y apellido.
Yo no tengo ningún sentimiento de corporativismo bloguero.
4/12/2011 3:24 p. m.
Hola,
Si, trabajo en un pequeño restaurante/teatro de Sâo Paulo:
http://www.casadefrancisca.art.br/
Nunca había trabajado en el sector, pero hace un año comencé y estoy formándome a la vez que trabajo. He encontrado mi sitio en algo que era una aficción pero nunca pensé que me fuese a dedicar a ello. Y tus escritos y post me ayudan y motivan, en serio.
Cuando fuí al Millesime que se celebró aquí, fué como cuando un niño va a Disneyland!!! Con 35 años, tengo mucho por aprender y no he perdido las ganas de dejarme sorprender.
Un saludo
Javier
4/12/2011 5:11 p. m.
Yo también empecé tarde en cocina. o importante es la ilusión.
4/12/2011 6:28 p. m.
Hola Philippe,soy luca italiano nos conocimos in espana y veniste tanbien a cenar alla P... en roma.
Me acuerdo que tu no podias tomar sal :)
Admiro mucho tu blog y tu costancia de comer in mucho sitio eres una persona seria y profesional por mi parte tu hace un gran trabajo y muchos esfuerzos.
Un abrazo y sigue asi
L.F
4/13/2011 3:35 a. m.
Hola Luca, Me acuerdo de tí perfectamente.
Ahora vuelvo a tomar sal je je (con moderación...).
En qué restaurante estás ahora ?
4/13/2011 10:00 a. m.
Querido Philippe, no puedo estar más en desacuerdo con las tesis principales que expones en este post.
Empezando por la ineludible subjetividad de toda crítica, en especial de la gastronómic -pocas cosas más personales que el ingesta--, hasta la débil justificación para el compadreo crítico/cocinero: es que si le critico luego "no me ajunta". Pues dedíquese a otra cosa, digo yo, y disculpas por cariturizar el asunto.
Un cocinero, normalmente, no recibe en su casa. Recibe en su empresa. Si es que es propietario de ella, cosa cada vez menos frecuente.
El principal problema de la crítica gastronómica española, a mi juicio, es que no se puede vivir ejerciéndola, simple y llanamente. Lo cual obliga a realizar actividades paralelas que entran en claro conflicto de intereses con la crítica: ¿quién va a bajar dos puntos en la calificación de un cocinero que va a ser la estrella invitada (o invitante, por que no se le paga) en el próximo congreso que está organizando el crítico?
¿Excepciones a ésto? Gente que ejerce la crítica gastronómica en nómina de medios sólidos y cuyo trabajo principal en ese medio es otro. Pensándolo bien, pocos medios tienen a críticos en plantilla.
Quitando a dos o tres figuras de renombre, muchos de las firmas habituales tendrían serios problemas para acceder a los restaurantes top si no mediara la correspondiente invitación del restaurante o la agencia de comunicación de turno. Y claro, así es difícil criticar.
Un abrazo,
Pedro Espinosa
4/13/2011 10:14 a. m.
Si. Teóricamente el cocinero recibe en su empresa pero tú sabes que algún crítico está vetado en algunos restaurantes por haber "críticado" tal o tal cocinero. Existe el derecho de admisión y es inevitable que pase.
¿Crítica imposible si el crítico es también organizador de congresos? Sin duda pero tengo muchos ejemplos en que el crítico no se ha mordido la lengua. Desde RGS quien se preguntaba en una de sus fichas para la guía si la cocina de Berasategui iba a ser la misma después de la marcha de Andoni y David . Decía más o menos: "uno se pregunta si la cocina de MB no es la cocina de sus respectivos jefes de cocina". La cosa se arregló el año pasado dandole a MB el premio de la guía.
Otro ejemplo: Capel criticando con virulencia a Santamaría. Dos años después todo se areglaba y Santi participaba al congreso de Soria , organizado por MF.
Todo esto refleja un tiro y afloja más o menos controlado.
Último punto: por mi parte, criticar o no un restaurante no depende de si me han invitado o no. Si lo de pagar o no pagar fuera el único criterio, entonces lo más fiable sería la michelín. Ellos siempre pagan la nota...
4/13/2011 10:35 a. m.
Sí, lo sé, Philippe. Gajes del oficio, diría yo. Aunque también cuestiono si esas situaciones se hubieran dado si se hubiesen guardado más las distancias. Al final hay un entramado de favores del cocinero al crítico --invitaciones, participaciones en congresos, cesión de recetas para su publicación,...-- que hacen que el cocinero entienda que está fuera de lugar una crítica en regla: quid pro quo, u hoy por ti y mañana por mí.
La reflexión que hacía, Philippe, era genérica y no referida a tus usos y costumbres. Francamente, pienso que es mucho más sano el pagar por aquello que se va a criticar. Y si no, poner algo que debiera ser obligatorio: un disclaimer donde se indica. En España, en medios profesionales, no se hace nunca.
4/13/2011 10:49 a. m.
Com autor de un sencillo blog de restaurantes, quiero exponer mi punto de vista.
En mi caso me limito en general a comentar los lugares que me gustan y a los que en general, no me importaria repetir. De los casi 70 restaurantes que llevo publicados en los últimos 2 años, se podrian contar con los dedos de una mano, aquellos en que realmente he realizado una "crítica".
He visitado en esta época restaurentes "con nombre" y alguno con estrella, que no figuran en mi blog... Simplemente no me convencieron, pero tampoco fallaron a nivel de entrar a saco en la crítica y los he ignorado.
Los pocos que he criticado, ha sido como respuesta a campañas de marketing que no responden a la realidad y en estos casos lo he manifestado, ganándome algun anónimo con pretensiones insultantes, pero en ningún caso amenazante.
No suelo intimar con los responsables de restaurantes ni de cocina. Por lo tanto "no problem" en este sentido. Por mi forma de ser, ya no doy facilidades de aproximación y solo en 3 restaurantes de mi blog, hay algo más de contacto, que se limita en general a una breve conversación o a algun intercambio de mail.
El origen de mi blog, fué para dar respuesta a mis amistades, que sabian que salia frecuentemente por BCN y me pedian consejo. Después se ha añadido la utilidad de "diario personal" y en los últimos meses, hasta me ha alimentado el ego, el hecho de recibir una 10.000 visitas mensuales.
Estoy totalmente de acuerdo que la sensación que nos llevamos de un lugar es subjetiva... y que el placer que pueda producir una cena, puede estar influenciado por el recuerdo del almuerzo.... o del estado de ánimo... o por la poca habilidad de un maitre...
Intento ser benevolente con los lugares humildes en que trabajan duramente el dia a dia... y soy más duro con los lugares que gozan del favor de las agencias de publicidad o que estan dirigidos por personal arrogante..
En fin.. que queria manifestar mi opinión como blogger amateur, que sé que estamos mal vistos desde el mundo de la restauración... però habrá que habituarse... El mundo de las redes sociales i de la web del siglo XXI, es asi´... ;).
4/13/2011 10:49 a. m.
Hola Ricard. Tu posición de amateur te hace sin duda más libre. Yo me situo entre dos sillas: un pie en el mundo de la crítica y otro en el del blog amateur, que así empezó, simplemente para informar sobre ms viajes gastronómicos a mi círculo de amistades.
4/13/2011 11:00 a. m.
Pedro estoy totalmente de acuerdo con tus comentarios. No has podido ser más claro.
Jacinto
4/14/2011 5:27 p. m.
Hay que valorar las "criticas" de un blogger como tu en su justa medida. Honestamente cuando quiero ir a un restaurant nuevo, busco si existe alguna referencia tuya, pero eso es porque aprecio tu opinión y no porque creo que sea la opinión absoluta. Lo veo como pedirle sugerencia a un amigo de algún restaurant en concreto. En muchas cosas no comparto lo que dices, aún así la credibilidad no disminuye.
Leo tu blog como un aprendizaje para mi, como parte de la cultura gastronómica que quiero mantener al día.
Pero estas son las observaciones de Philippe Regol y no hay que creer que son más que eso.
Ahora es papel de cada lector definir que tan valiosas e influyentes son.
Y eso creo que depende del lector más que de ti.
Saludos Philippe!
4/14/2011 8:13 p. m.
Vale, asi es el siglo XXI, pero cualquier amateur que lea este debate deberia tomar conciencia y ser el doble de responsable de sus comentarios. Porque como queda demostrado, es cosa seria hablar del trabajo profesional de otros.
4/15/2011 12:21 p. m.
Como tu dices Osorio. Mis opiniones no son más que esto. De hecho, hice este blog para que unos 50 "amigos" compartieran mis experiencias gastronómicas y la cosa creció un poco...
4/15/2011 10:39 p. m.
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