LO MEJOR DE LA GASTRONOMÍA.2010. (Alicante).1

Acabo de llegar de Alicante. Segundo año de un Lo Mejor de la Gastronomía deslocalizado en Levante. No voy a repetir lo que decía el año pasado. La feria (“La Ciudad de la Gastronomía”) es realmente lo más importante del evento. Cuando en los años anteriores, en San Sebastián, era el escaparate de la vanguardia culinaria mundial centralizado en la sala grande lo que importaba., ahora todo parece más “balkanizado”. Varios eventos arrancan al mismo tiempo. Es imposible repartirse ante un programa tan apabullante.

El resultado es que algunos cocineros de nuestro país ( cuyos gastos de viaje corrían a su cargo) actúan ante 20 personas en una sala grande.
Tal vez este nuevo formato sea el reflejo de la nueva situación de la gastronomía española. Reducción de la vanguardia (la auténtica) a su más simple expresión, diversificación de los discursos, una cierta relativización que hace que realmente “no te pierdes nada” ya que todo tiene un cierto aire de “déjà vu”. Será en parte verdad aunque creo que simplemente somos nosotros los que hemos perdido en parte nuestra ingenuidad ante las ponencias que presenciamos en los eventos. Tiempos de “minifundismo”, de parcelización que hizo por ejemplo que Baronetto (segundo de Cracco), los hermanos Cerea (Da Vittorio), Lopriore y Pino Cuttaia actuaran en un “taller” endogámico ante una veintena de personas, casi todos italianos. Por suerte, por la mañana Baronetto actuó en una sala más grande con unas 80 personas y Scabin y Uliassi por la tarde del martes ante otros tantos.


En cambio el lunes la ponencia de Ferran se llenó hasta la bandera con gente de pie en los pasillos (300 personas aprox.).
Por todos estos motivos no pretenderé hacer una crónica de los dos días que he pasado en Alicante. Hablaré simplemente de algunos cocineros o platos que he podido ver y que han podido gustarme más o menos. De algunos italianos, muy bien representados por cierto. De un par de franceses (Barbot, como siempre y Adeline Grattard su discípula que vuela solo en su Yam tcha), de un suizo alemán muy curioso y de algunos españoles.