BRAVO.Hotel Vela. (Barcelona).
La última apuesta de Carles Abellán
El hall del hotel
El jefe de cocina Giovanni Esteve.
Carles Abellán no para. Acaba de inaugurar su último restaurante en Barcelona, “BRAVO”, en el marco del Hotel W, llamado “Hotel Vela” por todo el mundo.
El hotel, firmado Ricardo Bofill, tiene una arquitectura que emula bastante la del Hotel Burj Al Arab de Dubai, sin alcanzar ni su altura ni sus 7 estrellas. Aun así me gustaron mucho sus habitaciones y sobretodo las vistas a la playa de la Barceloneta. Una seria competencia sin duda para el hotel Arts.( Ver el álbum de fotos al final de este post).
Son las mismas vistas que se pueden ver desde el restaurante Bravo, situado en la planta baja aunque con suficiente altura como para poder contemplar toda la costa hasta las torres olímpicas.
Se comenta que se ha infringido la ley de costa pero hay que reconocer que en este caso no ha sido en beneficio de un particular sino para el disfrute de todos. En verano la amplia terraza del restaurante se llenará seguramente de barceloneses que podrán disfrutar de la vista y de la cocina de Carles Abellán.
La apertura es aun muy reciente y tanto el espacio, maravilloso, firmado por Sandra Torruella (grupo Tragaluz) como la carta (asesorada por el ex cocinero de ElBulli Catering Alain Devahive) necesitan aun algunos retoques. Iluminación muy potente, sillas poco ergonómicas son algunos de estos detalles mejorables.
La carta se está modificando a pasos agigantados. Nada que ver con los inicios titubeantes que me habían podido contar algunos de mis amigos, visitantes de primera hora del restaurante.
Si aun queda por reducir la oferta de carne (apabullante) y la de los pescados ( plancha, brasa o vapor, y todos cocinados con su espina), provenientes de la lonja vecina, la carta va dando poco a poco más protagonismo a los entrantes y a las guarniciones.
Antes que nada, habría que decir que Carles hace una apuesta deliberada por la cocina de producto. La mejor materia prima ,tanto de la dehesa como del mar y de la huerta, marca la pauta de esta cocina basada en buena parte en la brasa.
Sólo criticaría lo poco ejemplarizante que representa una carta de carnes tan extensa, cuando se sabe el coste medioambiental que supone la producción de un simple kilo de carne (miles y miles de litros de agua).
Alain reconoce que poco a poca se irá disminuyendo esta oferta , aunque sea por las dificultades que conlleva la regularidad en el abastecimiento, al menos al nivel de calidad que aquí se exige.
Me gustaron mucho los tres entrantes que nos sirvieron. Tanto la excelente esqueixada ahumada “casera” con cebolla asada y piñones (18 € ) como los guisantes del Maresme ( ¡eso sí que son verduras tempranas!), apenas atemperados, con calamarcitos (26 €). Realmente delicioso el salteado de mollejas con pulpitos y alcachofas, mojado con un fondo de ternera excelente (24 €) . Un Mar y Montaña auténtico en que se mezclan la tinta con el jugo de carne : para mojar pan. Un pan justamente de gran calidad como son las barras grandes de Triticum (no me gustan los panecillos).
Buenas carnes, tanto la de retinto de Extremadura (24 € ) como la de Charolais (algo más sabrosa) (24 €) o el buey Hereford, la más melosa de las tres (24 €). Llegan sobre pizarras que teóricamente deben mantener el calor. No es exactamente el caso.
Me gustaron las guarniciones, aunque la de cebolleta, setas y panceta en civet , deliciosa, adquiere categoría de plato de entrante.
Ensalada bien aliñada como tiene que ser (¡qué mal se suelen aliñar las ensaladas!) y buen puré de patata.
Alain se enorgullece de trabajar buenas salsas tanto la de cordero como la de ternera o de cerdo. Lo que no deja de ser sorprendente para un restaurante que pretendía simplemente presentar una oferta de “brasa”.
Postres muy correctos.
El hotel, firmado Ricardo Bofill, tiene una arquitectura que emula bastante la del Hotel Burj Al Arab de Dubai, sin alcanzar ni su altura ni sus 7 estrellas. Aun así me gustaron mucho sus habitaciones y sobretodo las vistas a la playa de la Barceloneta. Una seria competencia sin duda para el hotel Arts.( Ver el álbum de fotos al final de este post).
Son las mismas vistas que se pueden ver desde el restaurante Bravo, situado en la planta baja aunque con suficiente altura como para poder contemplar toda la costa hasta las torres olímpicas.
Se comenta que se ha infringido la ley de costa pero hay que reconocer que en este caso no ha sido en beneficio de un particular sino para el disfrute de todos. En verano la amplia terraza del restaurante se llenará seguramente de barceloneses que podrán disfrutar de la vista y de la cocina de Carles Abellán.
La apertura es aun muy reciente y tanto el espacio, maravilloso, firmado por Sandra Torruella (grupo Tragaluz) como la carta (asesorada por el ex cocinero de ElBulli Catering Alain Devahive) necesitan aun algunos retoques. Iluminación muy potente, sillas poco ergonómicas son algunos de estos detalles mejorables.
La carta se está modificando a pasos agigantados. Nada que ver con los inicios titubeantes que me habían podido contar algunos de mis amigos, visitantes de primera hora del restaurante.
Si aun queda por reducir la oferta de carne (apabullante) y la de los pescados ( plancha, brasa o vapor, y todos cocinados con su espina), provenientes de la lonja vecina, la carta va dando poco a poco más protagonismo a los entrantes y a las guarniciones.
Antes que nada, habría que decir que Carles hace una apuesta deliberada por la cocina de producto. La mejor materia prima ,tanto de la dehesa como del mar y de la huerta, marca la pauta de esta cocina basada en buena parte en la brasa.
Sólo criticaría lo poco ejemplarizante que representa una carta de carnes tan extensa, cuando se sabe el coste medioambiental que supone la producción de un simple kilo de carne (miles y miles de litros de agua).
Alain reconoce que poco a poca se irá disminuyendo esta oferta , aunque sea por las dificultades que conlleva la regularidad en el abastecimiento, al menos al nivel de calidad que aquí se exige.
Me gustaron mucho los tres entrantes que nos sirvieron. Tanto la excelente esqueixada ahumada “casera” con cebolla asada y piñones (18 € ) como los guisantes del Maresme ( ¡eso sí que son verduras tempranas!), apenas atemperados, con calamarcitos (26 €). Realmente delicioso el salteado de mollejas con pulpitos y alcachofas, mojado con un fondo de ternera excelente (24 €) . Un Mar y Montaña auténtico en que se mezclan la tinta con el jugo de carne : para mojar pan. Un pan justamente de gran calidad como son las barras grandes de Triticum (no me gustan los panecillos).
Buenas carnes, tanto la de retinto de Extremadura (24 € ) como la de Charolais (algo más sabrosa) (24 €) o el buey Hereford, la más melosa de las tres (24 €). Llegan sobre pizarras que teóricamente deben mantener el calor. No es exactamente el caso.
Me gustaron las guarniciones, aunque la de cebolleta, setas y panceta en civet , deliciosa, adquiere categoría de plato de entrante.
Ensalada bien aliñada como tiene que ser (¡qué mal se suelen aliñar las ensaladas!) y buen puré de patata.
Alain se enorgullece de trabajar buenas salsas tanto la de cordero como la de ternera o de cerdo. Lo que no deja de ser sorprendente para un restaurante que pretendía simplemente presentar una oferta de “brasa”.
Postres muy correctos.
La torrija con naranja.
Muy buenos helados. El de romero para la tarta con cereza ( una fruta que no es mucho de temporada…) y el de choco-pasión, con bizcocho al microondas de pistachos. (¿Qué hace esta rejilla aquí?)
Servicio muy amable pero un poco despistado aun. Habría que proponer el molinillo de pimienta al comensal para sazonar las carnes. Nimiedades aun por pulir.
Servicio muy amable pero un poco despistado aun. Habría que proponer el molinillo de pimienta al comensal para sazonar las carnes. Nimiedades aun por pulir.
A veces he hablado en este blog del restaurante de Fooding, esa mezcla de buena comida con sensaciones extra culinarias. En este caso, está claro que una excelente comida de producto, servida en un interiorismo top y con las vistas de la playa de la Barceloneta al fondo, constituyen los ingredientes suficientes para atraer al público. Éxito asegurado.
Hotel W
Restaurante BRAVO
93 295 26 36
Plaça Rosa dels Vents (Final Paseo Joan de Borbón)
Barcelona
08039
Hotel W
Restaurante BRAVO
93 295 26 36
Plaça Rosa dels Vents (Final Paseo Joan de Borbón)
Barcelona
08039
13 comentarios:
"Se comenta que se ha infringido la ley de costa pero hay que reconocer que en este caso no ha sido en beneficio de un particular sino para el disfrute de todos. En verano la amplia terraza del restaurante se llenará seguramente de barceloneses que podrán disfrutar de la vista...."
Cuando se infringe una ley no importa el beneficio, ni el de quien, ni el de cuantos, se infringe una ley. Y lo del disfrute de todos no se ajusta en absoluto a la realidad, es para uso y usufructo exclusivo de una propiedad privada, en este caso el Hotel W, con su correspondiente derecho de admision y lucrativo (esperan) negocio. Sinceramente no imagino las facilidades del Hotel W siendo utilizadas por domingueros de tupperware y bocadillo de tortilla, o de relajados viandantes disfrutando de sus vistas al tiempo que leen el diario un sabado por la mañana con su termo de café, como SI se puede hacer en la aun libre para el uso de todos playa de Sant Sebastiá o en un parque publico.
Sinceras Gracias Señor Regol por aceptar discrepancias en su informadísimo y útil blog.
Patxi Aguinaga
12/17/2009 4:24 p. m.
Por supuesto que acepto discrepancias, sobretodo cuando se hacen educadamente y firmando el comentario , como es el caso.
Hasta podría estar de acuerdo contigo. Pero lo de infingir la ley de costa , lo he oído de decir sin haber comprobado la noticia.
También hay que reconocer que la playa de San Sebastián, de la Barceloneta,o de la Marbella etc es lo suficientemente larga como para acoger al público en general, con sus respectivos bocadillos.
Un saludo y gracias por tu aportación.
12/17/2009 8:22 p. m.
Solo para aclarar que el Hotel W (en el que no tengo ningún interés) no infringue la Ley de Costas puesto que se encuentra dentro del recinto del Port de Barcelona que en calidad de tal se encuentra excluido de la aplicación de la citada ley.
En cuanto al interiorismo (Torruella es una grande en la ciudad) y la cocina a mi me parecieron ambos muy correctos. Yo estuve comiendo en el restaurante que hay en la planta baja pues no sé si el que se describe aquí es el que se suponía debían abrir en alguna de las plantas altas del Hotel donde también esta ubicado el bar de copas.
salut
enrique
12/18/2009 4:53 p. m.
Me ha defraudado. He ido con toda la ilusión pero no está a la altura. El Hotel W es espectacular y la terraza es muy bonita. La carta es sencilla sin complicaciones ni florituras, primeros poco elaborados y pescados y carnes a la brasa. La carta de vinos es para muy entendidos, clasificada por denominaciones de origen (lógico) y añadas ¿?, vinos desconocidos en su mayoría pero sin faltar la gama alta, Vega Sicilia, L’Ermita… La cecina estupenda, la materia prima de primera, mariscos, pescados y carnes, pero… De un discípulo de Ferran Adrià me esperaba más. Para hacer carne a la brasa y servir jamón o cecina o pulpitos plancha no hace falta tanto “restaurante de autor”. Por otro lado muy caro, supongo que se paga el entorno. Un consejo, para los que nos gusta la carne poco hecha servir un solomillo fileteado y en piedra ardiendo es una aberración, acabas comiendo un tizón.
Juancar
7/25/2010 4:17 a. m.
Me han dicho que, además de este restaurante, existe otro en la parte alta del hotel, pero soy incapaz de encontrarlo. Podeis decirme si es cierto o quién me lo dijo, se pasó de listo?
Gracias. Un saludo.
8/14/2010 1:28 p. m.
En la parte alta sólo ví el bar de copas....
8/14/2010 2:18 p. m.
No esta mal el restaurante.
3/24/2011 5:47 p. m.
Hoy, 14 de mayo, hemos comido en el restaurante. Tres parejas para celebrar el aniversario de uno de nosotros. Dos horas y media para servirnos la comida, multitud de camareros y jefecillos de un lado para otro, sin aparente organización. Camareros que actúna sin el respeto debido, no por faltarlo, sino por faltas de delicadeza con los cleintes para un restaurante que se precie. Algunos platos de claro abuso de relación calidad/precio. Finalmente, un mantenimiento vergonzoso. Dénse un paseo por el lavabo de caballeros y comprobarán urinarios sin recambio de agua, tapas de retretes desjustadas, recipeintes de jabón desenganchados. Parece mentira en un sitio que se precie. En resumen, un restaurante donde no pensamos volver y del que transmitiremos estas impresiones a nuestros círculos de amigos y conocidos.
5/14/2011 7:25 p. m.
Queda dicho. Un consejo: aunque sé que no tiene nada que ver, casi mejor publicar estos comentarios en el último post publicado para que la gente los lea. Este la gente no lo leerá... Esta noche colgaré un nuevo...
5/14/2011 8:30 p. m.
esteba buscando dar una sorpresa a mi mujer, pero con estos comentarios
tengo mis dudas
gracias
francisco
6/13/2011 10:45 a. m.
Mira los posts sobre Dos Cielos. Un poco caro pero...
6/13/2011 10:50 a. m.
Hola a todos, mi opinión sobre el restaurante Bravo es excelente tanto en lo gastronómico como en el trato recibido por todo el personal.
Sinceramente lo recomendaré a todos aquellos que quieran pasar una agradable velada y quieran hacer disfrutar el paladar.
Toni Trullols
6/20/2011 5:08 p. m.
Justo acabo de llegar de la fiesta del 10º aniversario de Comerç 24 allá.
Felicidades por dar tu nombre!
6/20/2011 10:55 p. m.
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