CASA PALET. (Barcelona).
Productos y platillos en Casa Palet.
Honestidad gastronomica
François Simon acaba de decir en uno de sus últimos videosposts que los restaurantes-tiendas son “tendencia”. Tanto en su versión trendy, anglosajona y “a lo bestia”, como Cornelia & Co en la calle Valencia de Barcelona como en formato de barrio, a partir del colmado “de toda la vida”.
En el caso de Casa Palet, el encuentro de estas dos actividades sólo obedece a la pasión que tiene su propietario, Alex Palet, por el mundo de la gastronomía.
Gracias a su empeño, este ex agente de bolsa ha transformando hace menos de dos años la casa de “Queviures” de los abuelos, fundada en 1920, en un moderno bistrot, de unos treinta comensales. En la parte de abajo, se siguen vendiendo los mejores vinos, quesos y embutidos de todas partes. Quesos franceses (Ardai), mortadela italiana, ibéricos de Huelva y Extremadura etc. El lugar me recuerda un poco la tienda-trattoria Roscioli de Roma.
En el altillo se encuentran las seis mesas de mármol donde Alex acomoda a los clientes, generalmente oficinistas de la zona de Sant Gervasi.
En la cocina , minúscula, oficia Jorge Aranda, un joven granadino afincado en Barcelona después de una ruta madrileña que le llevó del Nodo de Alberto Chicote hasta el Sant Celoni de Óscar Velasco pasando por el restaurante del hotel Wellington. También se ha contado con el asesoramiento de Jordi Gotor, el jefe de cocina de Casa Paloma.
Estamos ante una simple cocina de casa de comida, pero muy bien ejecutada y sin fiorituras, aunque no exenta de algunos platos de muy buen nivel.
En efecto, después de una tapa de ensaladilla (a partir de una patata al horno chafada)(un inciso: un aceite de perejil tiene que ser , como es el caso aquí, un puré de hierbas escaldadas, triturado, al cual se le añade una gotas de aceite y no, como lo que se ve mucho por ahí un aceite con cuatro puntitos verdes), y de un par de croquetas (muy rico el relleno de jamón ibérico pero algo chicloso el envoltorio) (9,5 € las 6 unidades)
llega una espléndida terrina de foie-gras al natural (condimentada con sólo sal, pimienta) (16,5 €). Recomiendo disfrutarla también “al natural” apartando las escamas de sal y obviando la compota de orejones.
Después llegó una jugosísima tortilla de bacalao, casi un revoltillo con forma (10 €). Con el foie, de lo mejor de la comida.
Muy bueno el pie de cerdo (media ración) con cebolla de Figueras (12 €). Un plato algo dulzón , por la cebolla caramelizada y los vinos dulces que se usan en su preparación, y que necesitaría tal vez algunos contrapuntos ácidos (cuatro alcaparras, alguna cebolla encurtida…).
Excelente el rabo de buey deshuesado servido con muy buen puré de patata y mantequilla (13,5 €).
Para muchos la hamburguesa es de las mejores (sino la mejor) de Barcelona. Son 250 grs de carne picada por persona, servida como si fuera un tartar pasado ligeramente por la plancha, según la expresión de mi acompañante Joan València de Cuvée 3000,
responsable de nuestra degustación del Crozes-Hermitage. un vino ideal para practicamente todos los platos del menú, aunque se empezó por una copa de Billecart- Salmon de la tienda (¡ 3 € para el descorche!).
Buenas patatas fritas (nada más que por el corte se nota que son caseras), buena ensalada y surtido de tres mostazas Maille.
Probamos tres postres.
Un abundante pastel de queso de oveja, muy sabroso, con gelatina de frutos rojos y galleta (algo gomosa) (5,75 €).
Excelente tiramisú (5,5 €). Buen sabor a café pero algo flojo de licor, como suele ser habitual…
Pastel de chocolate sin harina con cerezas, algo firme, (como una Reina de Saba) con una ganache bien cremosa (5,5 €) Postres más que correctos si se tiene en cuenta que estamos en una casa de comida, muy digna pero con un espacio muy reducido para trabajar.
Habrá que volver para probar otro platos de la carta (tal vez demasiado extensa) como el pastel de pescado de roca , el arroz de tripa de bacalao o el aclamado estofado de lentejas con bogavante. Todos platos de la cocina tradicional como las albóndigas con sepia, el bacalao al ajo arriero (“all traginer”) o los calamares rellenos en su tinta.
CASA PALET 1920
c/ Laforja nº 9
93 218 53 09
Precio medio 25/30 €
Abierto de lunes a sábado al mediodía.
Y de jueves a sábado también abierto por las noches.
c/ Laforja nº 9
93 218 53 09
Precio medio 25/30 €
Abierto de lunes a sábado al mediodía.
Y de jueves a sábado también abierto por las noches.
6 comentarios:
a este nivel mi lugar de referencia es la Cuina del Guinardo en la calle Varsovia del susodicho barrio.
Minusculo altillo con una Interesante propuesta de guisos de toda la vida y vinos a precio de la tienda sita en la planta baja.
Otros colmados de lujo de la calle Aragon me parecen desfasados de precio.
un saludo y feliz año
enrique
1/07/2011 8:43 p. m.
Te refieres a Can Ravell imagino
1/07/2011 8:50 p. m.
Feliz año, Enrique. Ph. R.
1/07/2011 8:55 p. m.
La propuesta me parece interesante y ya es la segunda recomendación que leo/escucho de este lugar. Habrá que probarlo...!. I sin duda prefiero este formato "de barrio" a las opciones más "a lo bestia", en que hay más escaparate que contenido real.
1/08/2011 12:03 a. m.
si Phillipe a ese colmado de lujo me refiero.Todo el respeto para ellos pero me parecen desfasados de precio...
Ricard de acuerdo en que el formato de barrio supera en mucho a los "colmados tipo gran superficie".
Recien devuelto de Londres y gratamente sorprendido por los innumerables gastropubs que están llevando la "cocina inglesa" a la primera fila. De los visitados me quedo con The Harwood Arms en Fullham
un saludo
enrique
1/08/2011 2:15 a. m.
A Can Ravell, ni me acerco (por los precios...)
En mi último viaje a Londres no pude conseguir mesa en el Harwood Arms. Los otros "gastro"pubs que visité fueron deccepionantes, incluido el Saint John (el pan, lo De paso, visiten el blog de Roberto González!!! mejor).http://blogs.publico.es/elpingue?s=harwood+arms
1/08/2011 12:48 p. m.
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