MISCELÁNEA.

Barcelona, Siena, Senigalia, Turín, Milán...

Acabo de llegar de Italia y no precisamente del Salón del Gusto de Turín. Lo visité hace 4 años y es realmente inabarcable. Espero leer alguna crónica por alguna parte. El domingo en una cena en Combal Zero, me comentaron algunas ponencias. La de Alex Garés (ex Lasarte, ahora “perdido” por las Maldivas), la de Eneko Atxa o la de Oriol Rovira.
También me perdí El Mercat de Mercats de Barcelona que organizaba GSR este fin de semana. Ha sido todo un éxito popular por lo que he podido leer. Me alegro. Se trata de socializar, de trasmitir todo lo que se ha hecho en estos últimos años en ambientes más reducidos. Y de integrar las ponencias a las ferias gastronómicas. “Ponencia” resulta ser de esta manera una palabra un poco pomposa que nunca me ha convencido. Los franceses por una vez son más sobrios y las llaman demostraciones, “demos”, con la connotación “democrático” que no viene mal.
También nos enteramos hoy del nombre que llevará el próximo bar de tapas de los Adriá, en pleno Paralelo barcelonés.Leer la web. Parece que la cosa se presenta con un pequeño “parque temático” gastronómico. Tickets la Vida Tapa, (un poco largo, el uso sin duda irá acortando este nombre…) con sus diferentes espacios, y la Coctelería 41 º.
Para volver al tema de mi viaje por Italia, os adelanto que ha ido desde el cocinero más radical (con Cracco) que exista en ese país (Paolo Lopriore) hasta una taberna de un barrio de Milán, donde oficia un joven admirador de la cocina de los Roca, pasando por un gran cocinero de lo que llamo la Tercera Vía (Mauro Uliassi) y la cena que el inclasificable Davide Scabin ofrecía a periodistas y amigos en su magnífico restaurante de las afueras de Turín y a la cual nos había invitado amablemente Andrea Petrini.



El viernes pasado, al llegar a Siena, un paseo previo por la bellísima ciudad renacentista





y una merienda con el típico Panforte (como un pan de higos con naranja y cedro confitados)



y un excelente sorbete de pera de la cadena de helados Grom, considerada tal vez como la mejor de Italia. “ Il gelato come una volta”, el helado como el de antes.
Helados artesanos de altísima calidad: especies antiguas de fruta de su propia finca agrícola en Castigliole d’Asti, en colaboración con los mejores técnicos de la universidad de Turín para realizar una agricultura con impacto ambiental nulo, agua de la sierra de Lurisia para los sorbetes, huevos ecológicos, los mejores cacao de Venezuela, y hasta aptos para celíacos. Los definiría como la Alta Costura del helado pero con una distribución y unos precios de prêt à porter.



El que probé me encantó. Poco azúcar y con toda la textura ligeramente granulosa de una auténtica pera madura. ¡ 2 € y pico la terrina pequeña! Mirar la web. Hay sucursal hasta en Tokio.
A 30 metros, en la Piazza del Campo (la del famoso Palio), los guiris poco exigentes podrán degustar ESTO:


Pero hay que ir al hotel para prepararse para la cena en Il Canto. Siento mucha expectación. He leído y oído decir lo mejor y lo peor de la cocina de Lopriore…

He actualizado los comentarios de los últimos posts. Gracias a Quique por su comentario en el de Mercatbar. Leer también el comentario de "Vanguardias..." y los de Mordisco.