L'ÉPICURISTE.(Paris).
¡¡¡ OUI !!!
¡¡¡Sí !!! Tenía ganas de escribir por fin en positivo sobre alguno de los restaurantes que acabo de visitar. El restaurante/bistrot L’Épicuriste (un neologismo por "épicurien", epicúreo)me brindará esta oportunidad. Era lo que esperaba. Una RCP inmejorable. Un comedor limpio, agradable. Unas mesas espaciadas. Unas sillas confortables. Una tranquilidad en el ambiente. Una vajilla funcional y agradable. Un pan excelente. Un servicio atento y simpático. Unas aguas filtradas por ellos mismos, con el sistema Fresh. Una calidad de producto impecable y sobretodo, sobretodo una cocina excelente con un menú a 28 € (con algunos pequeños suplementos).
Sí. Han leído bien. Al mediodía cuesta 28 €, y creo que 34 € por las noches. 3 platos a elegir. Salvamanteles al mediodía, manteles por las noches.
El cocinero Aymeric Kräml y su socio Stépahane Marcuzzi en la sala (modesto, prefiere que sólo salga en la foto el cocinero), se conocieron en Guy Savoy. Aymeric empezó con Piège en el Plaza-Athénée y inició con él la aventura del Crillon. Está todo dicho. No necesito más referencias. Cocina de sabor pero elegante. Desde la simple ensalada de abadejo ahumado (bien aliñada) (un plato que pedimos en extra, 8 €) hasta el delicioso pâté de caza con coliflor encurtida(la caza es la gran especialidad de la casa, la terrina de pollo y foie-gras con rollitos de col lombarda bien condimentados (foto mal planteada). Como detalle: tal vez se podría aliñar ligeramente los bouquets de ensalada...
la ballotine de oreja, pie y morro de cerdo con un increíble guisote de lentejas de Le Puy o el bacalao fresco con endivias braseadas a la naranja y jugo de carne. Una “alta cocina” que se anuncia con la boca pequeña, con modestia y timidez pero que crea la sorpresa en la boca.
¿Qué decir de los postres? Deliciosa la sopa de mango y pasión a la menta con crema de queso fresco (no recuerdo muy bien) y una delicada teja de mantequilla que opera como tropezones crujientes . Golosa a tope la torrija con mermelada de cítricos (mandarina, naranja, pomelo etc…). Mejor sin las rodajas encima.
¡Esto sí que tiene mérito! Es bistronomía, y de la grande. Sin populismo, tanto en la decoración del local, como en el plato. La pose “bistrot canalla y populachero” empieza a cansar, sobretodo en Francia, los inventores del modelo. Se parece un poco a una representación sobreactuada para guiris ávidos de falso tipismo. Un poco como los pinchos de pan y mahonesa del casco viejo de Donostia.
Aymerich se pasa el día entero en su cocina (eran las 15h y ya estaba preparando el servicio de la noche) para proponer a su clientela la excelencia a 40 €. Un sin falta. ¡Bravo L’Épicuriste!Muy apropiado el nombre...
L’ÉPICURISTE
41 boulevard Pasteur
00 33 1 47 34 15 50
Cerrado domingo y lunes.
Sí. Han leído bien. Al mediodía cuesta 28 €, y creo que 34 € por las noches. 3 platos a elegir. Salvamanteles al mediodía, manteles por las noches.
El cocinero Aymeric Kräml y su socio Stépahane Marcuzzi en la sala (modesto, prefiere que sólo salga en la foto el cocinero), se conocieron en Guy Savoy. Aymeric empezó con Piège en el Plaza-Athénée y inició con él la aventura del Crillon. Está todo dicho. No necesito más referencias. Cocina de sabor pero elegante. Desde la simple ensalada de abadejo ahumado (bien aliñada) (un plato que pedimos en extra, 8 €) hasta el delicioso pâté de caza con coliflor encurtida(la caza es la gran especialidad de la casa, la terrina de pollo y foie-gras con rollitos de col lombarda bien condimentados (foto mal planteada). Como detalle: tal vez se podría aliñar ligeramente los bouquets de ensalada...
la ballotine de oreja, pie y morro de cerdo con un increíble guisote de lentejas de Le Puy o el bacalao fresco con endivias braseadas a la naranja y jugo de carne. Una “alta cocina” que se anuncia con la boca pequeña, con modestia y timidez pero que crea la sorpresa en la boca.
¿Qué decir de los postres? Deliciosa la sopa de mango y pasión a la menta con crema de queso fresco (no recuerdo muy bien) y una delicada teja de mantequilla que opera como tropezones crujientes . Golosa a tope la torrija con mermelada de cítricos (mandarina, naranja, pomelo etc…). Mejor sin las rodajas encima.
¡Esto sí que tiene mérito! Es bistronomía, y de la grande. Sin populismo, tanto en la decoración del local, como en el plato. La pose “bistrot canalla y populachero” empieza a cansar, sobretodo en Francia, los inventores del modelo. Se parece un poco a una representación sobreactuada para guiris ávidos de falso tipismo. Un poco como los pinchos de pan y mahonesa del casco viejo de Donostia.
Aymerich se pasa el día entero en su cocina (eran las 15h y ya estaba preparando el servicio de la noche) para proponer a su clientela la excelencia a 40 €. Un sin falta. ¡Bravo L’Épicuriste!Muy apropiado el nombre...
L’ÉPICURISTE
41 boulevard Pasteur
00 33 1 47 34 15 50
Cerrado domingo y lunes.
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