MICHELÍN 2011. Algunos comentarios.

Como siempre una de cal y otra de arena en el fallo anual de la Michelín. Pero sólo quiero ver lo positivo de esta nueva edición.
Por fin Calima consigue la segunda estrella. No otorgársela este año hubiera sido demasiado grave para el prestigio de la guía Roja y no se lo ponía permitir. De los cuatro nuevos dos estrellas, todos merecidos, Calima era sin duda la más urgente.
La estrella para Paco Morales es también muy merecida. Ya he demostrado en este blog varias veces mi entusiasmo por su cocina. Es uno de los cocineros con más proyección de este país. Tiene personalidad, elegancia en sus platos, sentido del gusto, sensatez y la justa cantidad de ambición necesaria para triunfar.
Con Ángel León, michelín se ha atrevido (Sí. A veces se atreve…) a premiar el esfuerzo y el ingenio. Ángel es un cocinero con chispa que lucha por hacer llegar la excelencia gastronómica a una zona difícil de Andalucía.
Una pena que se haya dejado de lado a Gastromium. Pero con la presencia de Martín Berasategui , en este momento imparable, y de su mejor discípulo (Baltasar Díaz) en el Santo del hotel EME de Sevilla, la lucha resultaba realmente desigual…
Con el Hisop ( Oriol Ivern ahora sólo en el mando ) se ha querido reconocer al “pequeño gran restaurante”. Un formato bastante frecuente en Barcelona como Coure o Gresca etc. Éstos también se merecerían la estrella. O al menos un Bib Gourmand para el último y L’Embat. En cuanto a Albert Ventura, éste ha preferido invertir sus esfuerzos en su nueva barra más que en los honores de la estrella. Como negocio ha sido un acierto.
Hace ya algún tiempo que todo el mundo reclamaba una estrella para Dos Cielos. Los Torres están en su mejor momento. Ya se ha hecho justicia.
Y con Capritx, se visualiza a este pequeño restaurante de barriada de la ciudad industrial ( o post industrial de Terrassa) donde Ártur Martínez se esfuerza en realizar una ecococina honesta y sabrosa. Ya son tres los posts que hemos dedicado a este joven cocinero.
Me dicen mis amigos madrileños que se come estupendamente en el primer Kabuki y me lo creo. Pero ya puesto a premiar a la cocina oriental, hay que decir que Barcelona padece un cierto déficit. ¿ Qué pasa con Koyshunka y Dos Palillos. Estos restaurantes, en otros países ya tendrían su estrellita…
Era evidentemente justo que Arrop y Zaranda recuperasen su estrella después de sus respectivas mudanzas. Ya está hecho.
En Ábac, la Michelín ha optado por “castigar” al cambio del cocinero, más que al cocinero en sí. Jordi Cruz está capacitado para recuperar la segunda en un futuro próximo.
A Rodrigo de la Calle, le han querido hacer sufrir un añito. Es sólo cuestión de tiempo. Este restaurante de Aranjuez, se merece sin ninguna duda un mejor reconocimiento, como lo decíamos también hace un par de años en este blog.
En cuanto a Josean, no encuentro otra explicación para esta injusticia que la de un inspector que haya pedido un plato de pasta Casarecce particularmente “al dente “ ese día y se haya roto un diente. Broma aparte, en marzo se abrirá el nuevo restaurante pegado al museo y será el momento para Josean de seducir a la guía roja con su espléndido nuevo espacio.
Para terminar, indignación de cara a la retirada de la estrella al mejor cocinero de Galicia. El que lideró hace diez años la renovación de la cocina gallega, Marcelo Tejedor, estaba ya avisado de la jugarreta y se esperaba lo peor. A la Michelín-España, se ve que no le gusta la “informalidad” en el servicio de sala, mientras que en Copenhagen la misma guía lo consiente, si no lo aplaude.
Me olvido sin duda de muchas cosas. Espero vuestros comentarios…