LE JARDIN DES SENS. (Montpellier. Francia).
LOS HERMANOS POURCEL, UBICUOS
Tokio, Bangkok, Fès, Casablanca, Marrakech, Ginebra, Paris (la espectacular Maison Blanche) y Shangai, los hermanos POURCEL están en todas partes tramando su pequeño imperio gastronómico por el mundo. Laurent (ver su blog)es el que más se pasea mientras que Jacques permanece en el buque insignia de dos estrellas de Montpellier. Una bicefalia que les permite estar en todo, un poco como los gemelos Torres en Barcelona.
De hecho la tercera estrella, fugaz ,que consiguieron hace unos años para vérsela retirada poco después no ha afectado en absoluto a su “marca” de negocio. Imagino que lo que venden los Pourcel es un poco una cocina contemporánea, fresca y moderna combinado con un savoir-faire algo atávico entre los cocineros franceses (desde Escoffier), capaces de exportar negocios por el mundo.
También en la región de Montpellier (Béziers, Aviñón…) han sabido crear toda una red de bistrots a precios moderados, La Compagnie des Comptoirs, que se extiende ya hasta Paris y Isla Mauricio. Un concepto de cocina (Sabores del Sur), destinada a la gente joven, con un interiorismo adaptado a cada sitio y que rememora con su nombre a las colonias francesas creadas en la India en el siglo XVII (Pondichery, Chandernagor…).
De hecho la tercera estrella, fugaz ,que consiguieron hace unos años para vérsela retirada poco después no ha afectado en absoluto a su “marca” de negocio. Imagino que lo que venden los Pourcel es un poco una cocina contemporánea, fresca y moderna combinado con un savoir-faire algo atávico entre los cocineros franceses (desde Escoffier), capaces de exportar negocios por el mundo.
También en la región de Montpellier (Béziers, Aviñón…) han sabido crear toda una red de bistrots a precios moderados, La Compagnie des Comptoirs, que se extiende ya hasta Paris y Isla Mauricio. Un concepto de cocina (Sabores del Sur), destinada a la gente joven, con un interiorismo adaptado a cada sitio y que rememora con su nombre a las colonias francesas creadas en la India en el siglo XVII (Pondichery, Chandernagor…).

De camino hacia Milán, me paré en su restaurante al cual no acudía desde hace casi 17 años. El espacioso comedor acristalado con sus gradas que permiten a los comensales admirar los jardines, sigue impactando al visitante. Un interiorismo que sigue aun actual. Recomendaría una visita de día para poder apreciar bien la luminosidad y las vistas.
Tomé el menú más largo Sens et Découverte (170 €). Me gustaron mucho los primeros platos, muy sabrosos aunque se usara reiteradamente la fruta en los acompañamientos de los mariscos. Una constante en la cocina de los Pourcel. Frutas, cítricos, hierbas aromáticas que casan perfectamente con los erizos, la ostra, el bogavante, la vieira o la cigala.
Después de las fruslerías, que hacen tal vez que se tarde en entrar en materia,
Postres apabullantes. Los dos primeros refrescantes :
Los petits fours ya estaban en la mesa desde el primer momento, como tiene que ser. Se van comiendo entre servicio y servicio de los postres. Si los petits fours llegan justo en el momento del café , ¡qué nadie se queje de que nadie se los coma! De todas formas, sigo pensando que dan demasiado trabajo y que es mejor concentrar el esfuerzo sobre los postres propiamente dichos. Evidentemente un dos estrellas, como es el caso, se puede permitir este derroche. Incluso está prevista una bolsita de bombones para llevarse y degustarlos en otro momento.
Los dos postres principales llegarían un poco después.
Me gustó también mucho el último:
Que guste o no este concepto de postre, lo podría entender pero cuidado con la manera con que se hace la crítica. Lo que no es de recibo es que muchas veces en la cocina dicha “de vanguardia”, nos tengamos que conformar con un polvo de “arenillas”, “tierras” o “cenizas” con tres esféricos de lo que sea por encima. ¡Qué fácil! Es más cómodo hacer un crumble (porque muchas veces lo es) que una sablée en condiciones o “poner” ( casi en el sentido gallináceo de la palabra) una esfera que hacer un buen hojaldre. En realidad, se ha hecho de necesidad, virtud, y el postre “minimalista” que muchas veces pulula en la cocina “moderna” no es más que el reflejo de una incompetencia por parte del cocinero en el campo de la artesanía pastelera, amen de una falta de creatividad en el momento de llegar al postre.
MENÚS:
Mediodía 45 €
Éclats du terroir en languedoc 80 €
Sens et saveur 125 €
Sens et découverte 170 €
Antes una copa de Gosset Rosé.
LE JARDIN DES SENS
11 avenue Saint Lazare
Montpellier
Francia.
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