"SABER" COCINAR.

Hace tiempo que veo los programas culinarios de las TV nacionales o autonómicas (Cataluña).
Uno de los más vistos (más tal vez que Arguiñano en A3) es el de TVE, "Saber" Cocinar, a las 12h30 cada día en Las Mañanas de la 1.
No me gusta mucho como lo hace su titular habitual, Sergio Fernández, reinando con algo de chulería en medio de su pequeña corte de aprendices que no se atreven a rechistarle sus frecuentes incongruencias culinarias.
Pero hoy el nivel ha empeorado aun más con la llegada de su sustituta estival.
En poco tiempo ha habido un poco de todo.
El menú prometía apetitoso. Un arroz de verduras y un atún marinado en soja, tomillo y aceite, para después saltearlo.
Se empezó con un sofrito de cebolla y zanahoria, que se remató con unos daditos de calabacín PELADO. Un cocinero/a que pela un calabacín demuestra que no entiende mucho de cocina. A esto se añadía la confusión entre unas verduras sofritas (guarnición aromática) que están destinadas a dar sabor a un guiso (o arroz en este caso) con una verdura que se va a comer como tal (guarnición de servicio) y que tiene que tener su textura de verdura intacta. Aquí todo se mezcló y el resultado fue un arroz pastoso al cual se le añadió queso rallado al último momento para “empastifarlo” más.
El atún no recibió mejor trato que el calabacín. Después de cortarlo a trozos grandes y dejarlo marinado en soja, aceite y tomillo (cosa que no me parece mal), se salteó durante un tiempo interminable a pesar de las tímidas recomendaciones de la nutricionista presente que insinuaba que a ella le gustaba algo crudito por dentro. Advertencias a las cuales la “cocinera” no hacía ni caso (“esto va a gusto”). Y su gusto era este. Resecar un atún.
En medio de estos despropósitos, se empezó una conversación en que los conceptos de hierbas aromáticas y especias se fueron confundiendo con alegría (comino, eneldo etc…). Confusión bastante frecuente en los libros y programas de cocina.
Se terminó el programa con la elaboración de un típico bizcocho de yogur. Ahí la cocinera demostró ser muy estricta en el orden de la mezcla de ingredientes. Frente a su sarcástico aprendiz (un periodista que aporta un agradecido toque de ironía a todo esto) que pretendía empezar con azúcar y huevos, la “profesional” le corrigió como lo hace una profesora a un alumno dejado por imposible, exigiendo que se empezara por el yogur, luego zumo, luego huevos, azúcar, aceite y harina para terminar….El periodista le hubiera podido contestar “va a gusto”…

Realmente no se esta tomando muy en serio la cocina en los medios televisivos. Echo de menos a un José Andrés en los años 90 en TVE. Era un ejemplo de lo que tiene que ser un programa de cocina “gastronómico”. A parte de su solvencia como cocinero, se podía apreciar su cultura gastronómica sobre cocinas regionales y modernas, y sobre los productos. ¿Nivel demasiado elevado para “marujas”? dirán algunos. No estoy de acuerdo, el colectivo de amas de casa que miran estos programas se merece también que se les tome en serio. Hay que elevar el nivel culinario de todos estos programas. Arguiñano lo hace razonablemente bien, pero creo que se podría ir más allá. José Andrés ha sido un ejemplo a seguir pero no se siguió.
Oímos por las televisiones mucha incontinencia verbal sobre cocina, pero con muy poco criterio.
En Francia tuvieron durante ocho años a un Robuchon con su programa “Bon appétit, bien sûr” y en Gran Bretaña a Jamie Oliver. En Euskadi tienen a David de Jorge. Estos serían los caminos.
Y no hablaremos de la gran asignatura pendiente de emitir en La 2 o en el Canal 33 un verdadero programa de GASTRONOMÍA que hablaría de congresos, eventos, libros, actualidad de la restauración española o catalana, tendencias culinarias, debates etc….
Ayer cerraba el que fue el mejor el restaurante de cocina creativa del mundo y hoy una cocinera se atreve a pelar un calabacín en directo en un programa de máxima audiencia. Hay algo que falla…No podemos dar esta imagen de pobreza culinaria en los medios. Somos el país de Ferran Adriá.
Y esto me parece mucho más grave que preguntarnos por qué fulano o mengano no estaba el sábado en la cena de Rosas.

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