SUCAPÁ.(L'Hospitalet de Llobregat.Barcelona).
CASA DE COMIDA MODERNA EN UN BARRIO DE L'HOSPITALET
Sólo una calle separa el municipio de Barcelona del de L’Hospitalet pero la frontera no es tan geográfica, como lo podremos comprobar en un mapa, como cultural o simbólica.
Barcelona, con su ínfula de capital, da literalmente la espalda a su ciudad vecina de 260 mil habitantes. Pero cuando se trata de gastronomía la distancia se torna abismal y los habitantes de la Ciudad Condal no pueden concebir que pueda existir algún restaurante interesante más allá del carrer de Sants o de Collblanc.
Existe evidentemente el Evo pero nunca se ha considerado como un restaurante de la ciudad sino una “acrópolis” gastronómica “au dessus de la mêlée” y fuera de cualquier arraigo zonal.
Este domingo pasado, un amigo cocinero, habitante justamente de lo que se llama algo despectivamente “L’Hospi”, por otra parte ciudad natal del mejor cocinero del mundo (¡ qué paradoja!), me llevó a comer a una pequeña casa de comida de barrio que había descubierto recientemente y por casualidad.
Este pequeño bistrot, que está abierto desde febrero, lleva el sugestivo nombre de Sucapá, que en catalán quiere decir “mojar pan”. Una práctica vetada por las reglas de la alta cocina (no queda elegante) e imposibilitada por cierto tipo de cocina de vanguardia que se empeñó durante años en prepararnos condumios secos, infusiones para comer a cucharas o reducciones excesivamente caramelizadas.
Pero hace ya algún tiempo que podemos observar un retorno a las salsas jugosas, sin ligar, (esto fue una de los avances de la Nouvelle Cuisine), que invitan otra vez a degustar esa miga de pan empapada de sustancia.
Pero este Sucapá es también el acrónimo de los nombres de sus jóvenes propietarios : del cocinero Edgar Lafita Sucarrats y de su compañera, también cocinera, pero dedicada a la sala, Mireia Palau. Se conocieron en las cocinas de Carles Gaig y unieron sus destinos y sus fuerzas para lanzarse en esta pequeña aventura.
Él solo en la cocina y ella sola en la sala. Éste es el duro precio que hay que pagar por no trabajar en cocina ajenas.
Menú diario a 11 €, carta de la noche y carta de fin de semana. No entiendo como este chico puede asumir tanta “mise en place”. Siempre recomiendo que las cartas sean más cortas…
No hay ningún menú degustación pero nos decidimos, como siempre en estos casos, a compartir platitos.
Barcelona, con su ínfula de capital, da literalmente la espalda a su ciudad vecina de 260 mil habitantes. Pero cuando se trata de gastronomía la distancia se torna abismal y los habitantes de la Ciudad Condal no pueden concebir que pueda existir algún restaurante interesante más allá del carrer de Sants o de Collblanc.
Existe evidentemente el Evo pero nunca se ha considerado como un restaurante de la ciudad sino una “acrópolis” gastronómica “au dessus de la mêlée” y fuera de cualquier arraigo zonal.
Este domingo pasado, un amigo cocinero, habitante justamente de lo que se llama algo despectivamente “L’Hospi”, por otra parte ciudad natal del mejor cocinero del mundo (¡ qué paradoja!), me llevó a comer a una pequeña casa de comida de barrio que había descubierto recientemente y por casualidad.
Este pequeño bistrot, que está abierto desde febrero, lleva el sugestivo nombre de Sucapá, que en catalán quiere decir “mojar pan”. Una práctica vetada por las reglas de la alta cocina (no queda elegante) e imposibilitada por cierto tipo de cocina de vanguardia que se empeñó durante años en prepararnos condumios secos, infusiones para comer a cucharas o reducciones excesivamente caramelizadas.
Pero hace ya algún tiempo que podemos observar un retorno a las salsas jugosas, sin ligar, (esto fue una de los avances de la Nouvelle Cuisine), que invitan otra vez a degustar esa miga de pan empapada de sustancia.
Pero este Sucapá es también el acrónimo de los nombres de sus jóvenes propietarios : del cocinero Edgar Lafita Sucarrats y de su compañera, también cocinera, pero dedicada a la sala, Mireia Palau. Se conocieron en las cocinas de Carles Gaig y unieron sus destinos y sus fuerzas para lanzarse en esta pequeña aventura.
Él solo en la cocina y ella sola en la sala. Éste es el duro precio que hay que pagar por no trabajar en cocina ajenas.
Menú diario a 11 €, carta de la noche y carta de fin de semana. No entiendo como este chico puede asumir tanta “mise en place”. Siempre recomiendo que las cartas sean más cortas…
No hay ningún menú degustación pero nos decidimos, como siempre en estos casos, a compartir platitos.
Yo no hubiera pedido la terrina de foie gras pero el cocinero nos la sirvió para picar. Hay que reconocer que estaba buena, con un grado de oxidación dentro de unos límites aceptables. Prescindible la montaña de sal Maldón y la inevitable mermelada de acompañamiento. ¿ Por qué servir siempre el foie con acompañamientos azucarados? Al menos no tuvimos que soportar el consabido dibujito con reducción de Módena ( o PX).
Muy ricas la patatas de platillo cocidas y servidas en su “vestido de los campos”. Expresión algo cursi que los franceses usan para decir simplemente “ con su piel” (“robe des champs”). Faltaba un poco de fuerza a la salsita de ajos (escaldados) que les servía de aliño, pero la patata estaba tan buena que no importaba.
Rica la mini coca bocado de sobrasada y brie ligeramente fundido.
Buenos los “canelones de siempre con toque de trufa”. Plato estrella de la carta de Gaig. La trufa no se notaba. Por cierto otra pregunta. ¿Por qué empeñarse en hacer platos con trufa fuera de su temporada? No hace falta. Y menos en una pequeña casa de comida.
Otro detalle. Me gusta que los canelones se sirvan en platos suficientemente cóncavos, medio sumergidos en la bechamel. Todo no se puede servir en platos cuadrados negros, que luego la viperina periodista Empar Moliner se enfada…
Pero el plato que por si solo merecería una visita a este pequeño restaurante sería la Terrina de pie de cerdo y butifarra negra con un guisito (¡delicioso!) de judías de Santa Pau y jugo de carne. Lo mejor de la comida.
Para demostrar que Edgar no queda preso de las esencias de la cocina catalana: fideos japo con tempura de langostinos. Todo bueno pero cada cosa se apreciaba por separado. Iría tal vez mejor un marisco que se pudiera cocinar mezclado con los mismos fideos.
Terminamos con un arroz caldoso con bacalao y romesco. ¿Por qué no incorporar los daditos de calabacín en el último momento? Aportaría una textura crocant interesante.
De postre una tarta fina de manzana con un excelente helado de vainilla
y la versión del helado “Drácula” de Frigo. Un postre creado hace unos diez años ya por Paco Guzmán y Paula Casanovas, pero aquí servido en ración y no en la copita aquella.Granizado de coca cola, crema vainilla, coulis de fresa (¿?).
Es realmente meritorio lo que hacen estos chicos con tan pocos medios. Y más aun en una periferia calificada de “obrera”, comparable al mérito que tiene Víctor Quintillá en La Lluerna de Santa Coloma de Gramanet.
Desde este blog nuestro humilde apoyo (siempre crítico como debe ser…)
SUCAPÁ
c/ Riera de l Creu nº 9
93 180 37 53
Precio medio 35/ 40 €
Menú entre semana 10, 90 €
A 100 mts del metro Avenida del Carrilet.
L’Hospitalet (Barcelona).
6 comentarios:
Hola;me encanta su blog y lo leo siempre.Enhorabuena.
Me voy a permitir la licencia de preguntarle una curiosidad;a usted le pagan por este blog?o escribe en otros medios?es que lleva un ritmo de comidas "infernal"y francamente envidiable:)
Un saludo
Elena
9/22/2010 10:40 p. m.
Muchas gracias por su interés.
Algún artículo en Apicius, alguna vez en Vino+Gastronomía...
9/22/2010 11:04 p. m.
Hola Philippe,algún día tendrás que hacer un post para explicar como haces para visitar tantos lugares y deleitarte, la mayoría de las veces, el paladar. Que envidia! Quería saber si has estado alguna vez en Aranjuez(Madrid) y conoces el restaurante "De la calle". Si hubieses hecho alguna entrada te agradezco que em indiques.
Un saludo
9/23/2010 10:21 p. m.
La semana que viene descansaré un poco de restaurantes...
Mira en el buscador "Rodrigo de la Calle". Tiene que haber un post de hace dos años. Me gustó mucho su filosofía de cocina.
9/23/2010 11:27 p. m.
Eres muy bueno como bloggero gastro.
Saludos de Brasil.
9/24/2010 2:53 a. m.
Gracias !
9/24/2010 9:27 a. m.
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