miércoles, julio 20, 2011

MICHELIN ¿Qué futuro?

Según el Financial Times la Guía Michelin tendría apuros financieros muy importantes. Después de unos años claramente expansivos (aparecieron Guías Rojas por todo el mundo) liados a un periodo de globalización que parecía imparable, llega la crisis y el consecuente repliegue sobre terrenos más seguros.
No concibo que esta guía de más de 100 años pueda desaparecer de la noche a la mañana del mapa (“mapa michelín” por supuesto), pero sí creo que asistiremos en estos próximos años a un cierre paulatino de sus ediciones en posiciones más débiles (han desaparecido ya Austria, Los Ángeles y Las Vegas. Ver link.).
Estos últimos años nos hemos centrados en los defectos de este guía que son grandes y que todos conocemos, pero tiene también algunos méritos, como por ejemplo el de tener inspectores pagados que recorren las diferentes geografías, comen anónimamente y pagan religiosamente sus cuentas en todos los casos. Un lujo ético que la prensa, gastronómica o no, y las guías nacionales, muchas veces no se pueden permitir. ¿Hasta cuando lo podrá mantener la michelín? ¿Podemos imaginar un día en que la Guía Roja se quede sólo con su edición francesa?
Tal vez sea ese el problema de esta guía, los costes de personal descomunales que hacen posible esta imagen de independencia que siempre ha alegado. Pero recuerdo que durante los primeros años de su existencia, eran los propios viajeros los que informaban a la dirección de la guía de sus descubrimientos y valoraciones gastronómicas u otros. La Michelín empezó, de alguna manera, siendo como una guía Zagat.
Lo que estaría en juego sería la “profesionalización” de la valoración gastronómica y por ende de la crítica. Un fenómeno que estamos presenciando estos últimos años (blogs, foros etc…). Lo difícil será compaginar esta necesaria e inevitable apertura de la “opinión gastronómica” ( sin caer en el “cualquier opina sobre todo”) y el mantenimiento de la crítica y del veredicto de las guías oficiales y profesionales.
Para volver a lo que hablábamos al principio, se retorna a lo “nacional” (y al concepto de frontera, en muchos aspectos de la vida publica e internacional…), y se retorna a una mitificación de lo “tradicional”. Todo va ciertamente un poco liado.
Me gustaría pensar que todo este ambiente es pasajero ( pero me temo que va para largo) y que dentro de dos años cuando se inaugure el Bulli Foundation, se respire otro aire. Ya que este proyecto va justamente a contracorriente de todo. Internacionalización y creatividad. Internacionalización de la creatividad.

7 comentarios:

Anonymous ESCOFFIER ha dicho...

Apreciado Philippe he seguido leyendo el articulo en el link i dice lo siguiente al final:
(...)A pesar de todo, también se ha confirmado que un restaurante aumenta sus ingresos en 30% al recibir una estrella Michelin, lo cual sigue siendo un logro deseado, pero también significa una gran presión para los chefs; ahí está el caso del francés Bernard Loiseu, quien, al no poder con la presión de dirigir un restaurante con varias estrellas Michelin, decidió quitarse la vida. Aunque la Guía sigue siendo un marcador de un restaurant de éxito, ya no está en lo más alto.
¿Será este el destino que le espera a la famosa Guía Michelin?

Mi ejemplo esta en el restaurante Balthazar de Jean André Charial en Montelimar (Francia) la teorica dice de +30% de ingresos, pero no siempre es asi, al punto que el restaurante al cabo de un año y con una estrella Michelin tuvo que cerrar.
En lo que refiere a tu comentario sobre elBulli, yo creo que la Guia Michelin no puede desaparecer, al menos aqui en Francia, pero lo que sucede mas actualmente es que los comentarios en internet (blogs, webs, periodicos)tienen cada vez mas peso, pero no mas valor, porque las guias siempre siguen siendo profesionales de su trabajo, el de critico gastronomico, aunque haya veces que las estrellas no sean justificadas, pero eso es otra historia y todos mas o menos sabemos como va....

7/20/2011 7:42 p. m.

 
Anonymous el pingue ha dicho...

Las guías de papel no tienen futuro. Las listas tampoco. Todo aquello que rezume impostura y genere desconfianza pasará a un segundo plano. Habrá casos injustos, sí, pero creo que la crítica, las prescipciones hechas por inspectores conocidos o anónimos tendrán cada vez menos peso, entre otras cosas porque cada vez habrá un menor número de gourmets a raíz del nulo relevo generacional de clientes interesados en la "alta" gastronomía, que es a lo que supuestamente de dedican estas guías. Los blog pueden caer en el mismo pozo.
Es mi opinión.
Diría más:
Tendrá más impacto el que alguien comente en twitter cómo se come en un restaurante que lo que diga una guía, un periódico o un blog. Esto siempre y cuando la persona que twittee sea honesta e influyente en esa red.
Quizá me equivoque. Si es así rectificaré.
Abrazo.

7/22/2011 12:14 a. m.

 
Anonymous el pingue ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

7/22/2011 12:35 a. m.

 
Blogger Philippe Regol ha dicho...

la michelin ha sido hasta ahora dos cosas: una guía de mano cómoda y completa para el viajero. Y un guia de prestigio y elitista para iluminar al viajero en el campo de la alta cocina.
Seguro que lo cambiará todo (en las formas) para que todo siga igual(en el fondo).

7/22/2011 1:09 a. m.

 
Anonymous el pingue ha dicho...

No digo que desaparezca la crónica, pero o desprende rigor y honradez, o desaparece.
Twitter es un medio muy potente, PH, y la gente tiene, tenemos, muy poco tiempo para leer crónicas.
Yo seguiré leyendo crónicas, en blogs, nunca en guías patrocinadas ni en revistas que cobren por salir.
Que alguien influyente diga en Facebook o en twitter "hice una comida infame en tal sitio" es más demoledor que si ese mismo tipo escribe una crónica.
Te recomiendo que te abras una cuenta twitter.
Quién sabe: quizá si la Michelin fuera una página de internet gratis, un blog con publicidad, ganaría más dinero y la leería mucha más gente. Pero éste es otro tema.
Pocas líneas escriben los de la Michelin. :)

Abrazo

7/22/2011 1:35 p. m.

 
Anonymous Gerardo ha dicho...

Efectivamente una guía de viaje, cómoda y completa, pero también incoherente en muchos casos de análisis gastronómico.
Una guía que “visita “establecimientos cada tres años no puede tener rigor y seriedad en sus exposiciones con el agravante de escudarse en que el inspector no se presenta, pero que si ha estado en el local pero que ha preferido no darse a conocer.
Se envían cuestionarios anualmente por doquier sin tan siquiera comprobar que el establecimiento permanece abierto.
Por último quiero dejar constancia de la diferencia y capacidad profesional entre inspectores, en unos casos labor de pura rutina y otros con inquietud y planificación .

7/26/2011 12:39 a. m.

 
Blogger Philippe Regol ha dicho...

me parece que seleccionan sus inspectores entre gente que no tiene muchos conocimientos gastronómicos para poderles formar según sus propios criterios.

7/26/2011 12:45 a. m.

 

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